COMO JUGAR A HEARTHSTONE

Cómo jugar

Empezar a jugar a Hearthstone es fácil, pero convertirte en todo un experto es algo más complicado. Pero vayamos paso a paso.

Los mazos contienen treinta cartas, y cada uno de ellos no puede contener más de dos cartas iguales. Esta regla está limitada al juego construido, y no tiene efecto en el modo Arena. Durante las partidas los principiantes empiezan con treinta puntos de vida, y nuestro objetivo pasa por drenar la vida del enemigo hasta cero antes de que haga lo mismo con la nuestra.

Para invocar cada una de las cartas es necesario pagar su coste correspondiente en cristales, indicado en la parte superior izquierda de la misma, o en maná, como mejor lo conocen los habituales del género. La diferencia aquí es que la acumulación de cristales es automática; aumenta en cada turno y su valor puede variar de 0 a 10. Cuanto más alto sea el precio a pagar por la carta, mejor será. De esta forma, podemos jugar cartas que cuesten uno de maná en el primer turno, que cuesten dos de maná en el segundo turno, que cuesten tres en el tercero, etcétera. El límite, como ya hemos puntualizado, es de diez.

El jugador que abre la partida se lleva tres cartas, lo que se llama la mano inicial, mientras que el otro jugador se lleva una más, conocida como "la carta moneda", que cuesta cero puntos y otorga uno de maná. Ambos pueden elegir si quieren intercambiar una de ellas o más.

No existen fases durante los turnos, siendo posible atacar con un lacayo, conjurar un hechizo y volver a atacar con otro lacayo seguidamente. No hay fases de mantenimiento, por ejemplo: solo existe nuestro turno y el del contrincante. Hearthstone es un poco más simple que otros juegos de cartas porque el contrincante no es capaz de responder a lo que el jugador activo está realizando en su turno, aunque precisamente eso es lo que lo distingue.

Si da la casualidad de que no tienes la suerte de vencer a tu enemigo y te quedas sin cartas nuevas en el mazo, deberás robar una carta llamada "Fatiga" según la cual cada turno que robes te generará un punto de daño, y así sucesivamente: la segunda vez serán dos puntos, la tercera tres, etcétera.